El grupo de WatsApp de las mamás

"¿De qué se arrepienten?" preguntaron a un grupo de ancianos. "De haber hecho más lo que se esperaba de mí, que lo que yo quería".


A las 6.28 de la mañana suena el WhatsApp del grupo de las mamás, una de ellas explica que su hijo tiene fiebre y pregunta si alguien más está enfermo. No entendí el objetivo de la consulta y menos a esa hora.

A la 1.12 de la noche, otra pregunta si llevarán botellas de agua o cantimplora a la excursión del día siguiente. Dice que si todos los nenes van igual se quedará más tranquila. Parece ser que lo que hagan los demás nos ocupa más que hacer una simple pregunta: "Hijo... ¿Vos qué querés llevar? Botella o cantimplora?".


Mensajes banales, interminables felicitaciones, consultas triviales sobre dónde comprar algo... Es como si no tuviéramos amigas a quién preguntar o familia que nos felicite. ¿O tal vez es que necesitamos reconocimiento y sentirnos protagonistas?

Los mensajes para conseguir los deberes muestran la sobreprotección que hay detrás, y cómo estamos enseñando a nuestros hijos la inútil habilidad de ser irresponsables. Y algo tan dulce como el cumpleaños de un nene de cinco años se convierte en generador de inconvenientes y malestar, ya que es obligatorio invitar a todo el grupo de la clase, lo cual provoca perplejas situaciones.

Las madres me dicen que el grupo es una pesadilla, y detecto miedo cuando pregunto por qué no se van. "Porque me van a criticar", "Es como salirte de la clase".
Pero resulta que a la clase van los nenes, no las mamás.

Atrevámonos a decir lo que pensamos, y que no sea ésto a lo que debamos referir cuando seamos ancianos y nos pregunten "¿De que se arrepienten?".

Texto original: Cristina Gutiérrez Lestón.
Adaptación: V. Vitulich

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